By Teresa Gomez, Communications and Marketing

25 Octubre 2018 - 10:43

 

El mes de octubre es uno de los más importantes para Secundaria, ya que nuestros alumnos tienen que elegir a los Head Student (Year 9 y Year 13), una elección muy importante ya que ellos serán los que les representen y actúen como intermediarios entre el resto de los alumnos y el profesorado, el Colegio, etc. Cada año, al inicio de cada curso escolar, son elegidos democráticamente por sus compañeros según las propuestas que presentan. Convencer, persuadir, explicar sus propósitos… todo un ejemplo de oratoria y Public Speaking en los que son expertos nuestros alumnos.

En la Head Student Election, los candidatos de Year 9 tuvieron dos franjas de tiempo para poder presentar a sus compañeros, primero de Year 7 y Year 8 y luego a los de Year 9, sus propuestas de mejora y de futuros cambios si les votan y salen elegidos. Entre las ideas presentadas destacaron, por ejemplo, conseguir cambios en el menú para que al menos un día a la semana se incluyan platos como hamburguesa, patatas fritas, etc.; intentar que los viernes puedan tener una hora para dedicar exclusivamente a hacer deberes, y así tener más tiempo libre los fines de semana; o crear una página en la que los alumnos pongan en común sus dudas sobre exámenes o deberes, y los profesores tenga acceso a dicha página y así puedan ayudarles a resolverlas.

Por su parte, los Junior Head Students (Year 13) en su último curso en el Colegio, propusieron modificar los artículos de la máquina de vending, a la que solo tienen acceso ellos, participar más en la organización del viaje de fin de curso, o conseguir menús especiales en el comedor, entre otros.

Además de la importancia de elegir a sus representantes e intermediarios, estos procesos electorales permiten a los alumnos conocer de primera mano los principios básicos de la democracia y sus procesos participativos. En este mes, los estudiantes viven de primera mano la elaboración y ejecución de campañas electorales, aprenden la importancia de participar a través del voto, la necesidad del fair play y la rigurosidad en los recuentos. Y, por supuesto, la deportividad a la hora de aceptar los resultados, aunque no sean los deseados. Una experiencia que, sin duda, los acompañará y les servirá a lo largo de toda su vida.